La absolución

La absolución

Con este continuo movimiento de los ejércitos aliados y con las consiguientes exacciones, violencias y excesos, y, entre tanto, ocupada la plaza por una guarnición de soldados extranjeros, la mayor parte gente aventurera y desalmada, se pasaron los diecisiete meses de la más dura, tiránica y oprobiosa dominación extranjera, de cuantas ha sufrido nuestra ciudad en su larga y azarosa historia.
Invadieron los templos, cuyos altares les sirvieron de lecho para sus rameras y de pesebres para sus caballos, forzaron mujeres, saquearon casas y mataron algunos habitantes. Ni había mentido la fama en lo de ellos decía, ni sin razón había exhortado el obispo don Fray Manuel de Zúñiga y Mendoza a los mirobrigenses para que se resistieran, concediéndoles indulgencias, si eran seglares, y absolviéndoles, si eran clérigos, de irregularidad por la efusión de sangre.

Mateo Hernández Vegas
(Historiador)